La Inflamación Crónica y la Importancia del Omega 3 en tu Salud
Mi experiencia como enfermera frente a la inflamación crónica
Como enfermera en atención primaria, me encuentro a diario con personas que presentan síntomas relacionados con la inflamación crónica. Fatiga persistente, dolores articulares, problemas digestivos o enfermedades autoinmunes son solo algunos ejemplos.
Lo que muchas de estas personas no saben es que la inflamación prolongada es un factor clave que puede estar deteriorando su salud.
La inflamación es una respuesta natural del organismo para protegernos de infecciones, lesiones o toxinas. Sin embargo, cuando se mantiene en el tiempo, deja de ser protectora y se convierte en un enemigo silencioso. A lo largo de los años he comprobado que el estilo de vida y la alimentación son determinantes en este proceso.
Factores que favorecen la inflamación crónica
En consulta, estos son los factores más comunes que observo en quienes presentan inflamación persistente:
- Dieta inadecuada: exceso de azúcares, harinas refinadas, aceites vegetales procesados y ultraprocesados.
- Estrés crónico: niveles altos de estrés sostenido que elevan los marcadores inflamatorios.
- Sedentarismo: la falta de actividad física reduce la capacidad del cuerpo para regular la inflamación.
- Desequilibrios intestinales: problemas digestivos frecuentes y microbiota alterada.
Enfermedades relacionadas con la inflamación
La inflamación crónica puede estar presente o contribuir al desarrollo de diversas patologías, entre ellas:
- Enfermedades cardiovasculares.
- Diabetes tipo 2.
- Enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple).
- Obesidad.
- Cáncer.
- Enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson).
El papel del omega 3 en la reducción de la inflamación
Una de las recomendaciones que más hago es incrementar el consumo de ácidos grasos omega 3 en la dieta o mediante suplementos de calidad.
El omega 3 es un tipo de grasa esencial que el cuerpo no puede producir por sí mismo y que debemos obtener a través de los alimentos.
Sus principales formas son:
- EPA (Ácido eicosapentaenoico) y DHA (Ácido docosahexaenoico): presentes en pescados grasos y algunas algas.
- ALA (Ácido alfa-linolénico): presente en semillas de chía, lino y nueces, aunque su conversión a EPA y DHA es limitada.
Beneficios del omega 3:
- Regula la inflamación: ayuda a disminuir la producción de compuestos proinflamatorios.
- Equilibra la relación con el omega 6: en la dieta moderna suele haber exceso de omega 6, lo que favorece la inflamación.
- Protege la salud cardiovascular: reduce triglicéridos y mejora la función de los vasos sanguíneos.
- Favorece la salud cerebral: el DHA es esencial para la función cognitiva y la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
Suplementación de calidad: mi recomendación personal
La realidad es que la mayoría de personas no consumen suficiente omega 3 a través de la alimentación. En esos casos, la suplementación es una excelente herramienta, siempre que se elijan productos puros, seguros y con buena biodisponibilidad.
Uno de los suplementos que recomiendo con confianza es el Beyond Omega de Ringana, elaborado a base de algas, lo que lo hace sostenible, libre de metales pesados y altamente absorbible.
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Conclusión
La inflamación crónica es un enemigo silencioso que puede afectar gravemente tu salud. La buena noticia es que puedes combatirla con cambios en tu alimentación, ejercicio regular y la inclusión de omega 3 de alta calidad.
Si experimentas síntomas persistentes como cansancio, dolor articular o problemas digestivos, es momento de prestar atención a tu dieta y hábitos diarios. Tu cuerpo y tu bienestar te lo agradecerán.